En Moscú existe un fenómeno que tiene sorprendidos a etólogos y biólogos rusos.

Todos sabemos que los animales tienen un instinto de adaptación al medio que les permite sobrevivir y cambiar sus rutinas en base al entorno en el que viven.

La supervivencia agudiza el ingenio y hay que aprender a buscarse la vida si no queremos que este mundo nos pase por encima como un tren que no espera a nadie.

Pese a todo, a veces suceden cosas que siguen dejando boquiabierto a cualquiera.

En mi paso por Rusia y por otros países que fueron antiguas Republicas Soviéticas, me sorprendió mucho el trato amable que dan a los animales callejeros. En las calles de nuestras ciudades es muy difícil interactuar con gatos callejeros pues a la mínima que te acercas salen corriendo a refugiarse, ya que la experiencia les ha enseñado a desconfiar de las personas. En cambio en las calles rusas, es sorprendente ver a perros o gatos callejeros tumbados durmiendo en mitad de la acera mientras los transeúntes los esquivan delicadamente para no perturbar su descanso.

En todos lados puede haber gentuza cruel que haga daño a los animales, pero como sociedad en general, los pueblos que formaron parte de la URSS parece que aprendieron a respetar a los animales callejeros mas que el resto de los países.

Los perros de Moscú , sabiendo que su supervivencia no esta directamente amenazada por la raza humana, han aprendido a moverse por el trasiego de la ciudad, entre coches y transeúntes.

Pero lo que ha acaparado la total expectación de los investigadores ha sido las técnicas complejas que han desarrollado.

En Moscú la temperatura media del invierno oscila entre los -4ª y los -10ºC. Esto llevo a muchos perros callejeros a refugiarse del frio en las estaciones de metro. Pero la cosa no acaba ahí.

Desde los años 90, cuando con la caída de la URSS se llevaron las fabricas a la periferia, se viene observando que muchos perros callejeros que viven en polígonos industriales a las afueras de la ciudad, cogen diariamente el metro para viajar hasta el centro en busca de comida fácil. Es decir, deliberadamente han aprendido a utilizar el transporte publico en su beneficio. A la noche, con la misión cumplida y la barriga llena, vuelven a coger el metro para volver a descansar a sus barrios.

Se estima que mas de 500 perros callejeros usan el metro cada dia.

Se ha descubierto que suelen elegir el primer y ultimo vagón de metro, debido a que suelen ir menos concurridos que el resto y así pueden viajar mas tranquilos.

Los investigadores creen tambien, que han aprendido a reconocer en que paradas han de bajarse, a traves del olor, del tiempo estimado de viaje, y de los mensajes de megafonía.

Por si esto fuera poco, pese a no distinguir los colores han aprendido a reconocer las imágenes de los semáforos y esperan pacientemente a que el muñequito les de la señal para cruzar.

Cuando por fin han saciado su hambre, ya se relajan y se permiten pasear investigando los lugares y jugando con las personas, a las que también han aprendido a distinguir entre amigables y hostiles.

Cuando por el contrario, el hambre aprieta y no han tenido mucha suerte, cambia su comportamiento a lo que se conoce como «la caza del shawarma»

Esto consiste en que se acercan por la espalda silenciosos a personas que compran comida en los puestos de la calle, y cuando ve que lo tienen en sus manos, ladran por sorpresa para tratar de que con el susto se les caiga de las manos y pueden comérselo ellos.

De vuelta en el metro, les gusta también vacilar y jugar, y cuando el tren se detiene en sus paradas de destino, esperan a que la puerta se este cerrando para bajarse de un salto en el ultimo momento solo por pura diversión. Llegados ya a sus barrios, descansan en sus madrigueras con sus vecinos peludos, para al día siguiente repetir su viaje al centro.

A nosotr@s, los Perr@s Callejer@s de dos patas, todo esto nos hace amar mucho mas si cabe, a nuestros compañeros peludos.

Pese a todo, no hay que olvidar que los perros y gatos son animales sociales y que la vida en la calle es muy dura para cualquiera. Por eso os animamos una vez mas, a que nunca compréis un animal, ni por capricho queráis cruzar a vuestros perros con los de otros amigos por la ilusión de tener un cachorrito hijo de ellos. Hay miles de animales en la calle, o en las perreras y refugios, esperando una oportunidad para vivir el amor de la familia. Y os aseguramos que por experiencia propia, es algo que saben agradecer infinitamente.

Fuentes: https://pijamasurf.com/2009/04/los-extraordinarios-perros-ferales-del-metro-de-moscu/

Los perros callejeros de Moscú que saben coger el metro para ir a los lugares donde hay comida (lavozdelmuro.net)